lunes, 10 de marzo de 2014

Un amor de entrega

San Agustín sostenía en su célebre frase: “Si no quieres sufrir no ames, ¿pero si no amas para qué quieres vivir”?
El más vasto ejemplo de amor perfecto, de entrega hacia los demás, en especial a los más necesitados, es en mayúsculas Jesús. Su cariño humilde, tiene carácter de servicio. Ya dijo una vez: "El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos".
Esto comprueba, sin duda, que hay más felicidad en dar que en recibir. La generosidad, como parte esencial de este carisma, de asistencia hacia el otro, cumple un papel crucial. Ofrecer  protección, atención y socorro a quien está aislado de alguna necesidad, hace que la persona que auxilie no solamente se sienta satisfecha y complacida con su labor, sino también, que se halle dignificado como ser humano.
No hay nada más hermoso y gozoso que sentir alegría por haber provocado deleite en alguien, sobre todo, cuando ese encanto que se experimenta es fruto del amor fraterno.  La madre Teresa de Calcuta es un modelo de dedicación y sacrificio por ofrecerse a los “más pobres de entre los pobres”. Su vida se resume en piedad, fortaleza, desinterés,  valentía, esfuerzo y amor incondicional al prójimo.
A nadie se le coopera con lástima y pena por delante. Cuando se ve más allá de las impresiones, apariencias y se mira el dolor de los demás con un corazón atento y dispuesto a aportar, los gestos de solidaridad despiertan llamas de esperanzas.
Es gratificante ofrendar la vida por medio del servicio. Sobre esto, los religiosos, como miembros de la Iglesia ya tienen una tarea ardua a través de las congregaciones por las cuales se empujan. En lo político, un ejemplo vasto es el del hindú Mahatma Gandhi, quien llevó a su país a lograr la independencia mediante una revolución pacífica. Su coraje y espíritu orientado a hacer el bien por sus compatriotas y brindar caridad a sus hermanos acongojados fue lo que le motivó a consagrarse por el bien común.
Las organizaciones sin fines de lucro, hacen un trabajo a favor de una acción social, acción que es movida por gente que piensa que para que un mundo mejor sea posible hay que darse por entero y así poder ser entes de cambio.
El portal en internet neomundo.com.ar citó un estudio acerca de la actitud y el comportamiento respecto a darse sin recibir nada.
El reporte detalla que ofrecer donativos para alguna institución sin ánimo de lucros contribuye a que la persona sienta regocijo y bienestar al generar nuevas conexiones sociales.
 Los expertos de la Universidad Simon Fraser y la Universidad de British Columbia (Canadá), enfatizan que no es el simple acto de dar algo monetario, sino que el donante pueda compenetrarse con los desfavorecidos de la sociedad mientras da, lo que genera un  estado de ánimo positivo.
Existen muchas personas que dedican su vida imitando a Jesús a través del servicio a los demás, quienes lo hacen descubren que el auténtico placer que resplandece en ellos es lo que define un verdadero amor de entrega.
Por Yasmin Dishmey

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