lunes, 24 de febrero de 2014

Trabajo Infantil: ¿un juego de niños y niñas?

Yasmin Dishmey Marte
República Dominicana afronta problemas que ofuscan a su población en general, como el alto nivel de desempleo y pobreza, la deficiencia en la educación, la inflación, la delincuencia, el despilfarro en los recurso públicos, los prolongados apagones en gran parte de la capital, pero en especial encara, al que vulnera a la niñez; el trabajo infantil.
218 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan en el mundo, y de estos 304 mil pertenecen a la República Dominicanasegún Dabeida Agramonte, coordinadora de  la Organización Internacional de Trabajo (OIT). La cifra representa el 12 por ciento de la población dominicana que trabaja con edades de cinco a 17 años. Los datos contenidos en la encuesta Enhogar 2012, fue realizada por la Oficina Nacional de Estadística con el apoyo de la OIT.
La explotación laboral a menores de edad es un ejercicio que viola y atenta  los derechos de los niños y las niñas de Sto. Dgo. Estos están expuestos a un alto riesgo de accidentes laborales, a extensas horas de trabajo, al maltrato físico, emocional o sexual y a la poca valorización tanto monetaria como humana que sus empleadores puedan ofrecerles. Se pueden ver como limpiavidrios, canillitas, vendedores de flores, limpiabotas, haciendo trabajos domésticos y pesados, entre otros.
Tráfico laboral
La Coalición ONGs por la infancia indica que a  través de la frontera entre República Dominicana y Haití se trafica con niños y niñas haitianos/as para fines de explotación laboral. El tráfico ilegal es planificado a través de redes organizadas de ambos países. Se estima que anualmente dos mil niños, niñas y adolescentes víctimas de trata cruzan la frontera con el consentimiento de sus padres y/o madres. Al llegar a la República Dominicana, viven en extrema condiciones de pobreza y vulnerabilidad.
La gran mayoría de estos niños y niñas regresan a su país después de cierto tiempo de trabajo. Al permanecer en su nación se ven expuestos/as a problemas de estabilidad emocional al carecer de apoyo afectivo y vivir en ambientes hostiles, sumado a su condición de ilegalidad y pertenencia a determinada etnia.
La investigación reveló que las redes están compuestas por traficantes haitianos, chóferes o conductores de vehículos dominicanos y miembros del ejército también dominicanos, entre los cuales se reparten el pago realizado por los menores de edad.
La explotación laboral consiste en ubicar a niños, niñas y adolescentes menores de cinco años junto a mujeres para mendigar en las zonas urbanas de algunas ciudades o para ilustrar zapatos. Aquellos/as entre siete y doce años, se dedican al servicio doméstico y quienes tienen de doce a diecisiete años trabajan en la construcción.
 Tolerancia al Trabajo Infantil
La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), con el auspicio de OIT-IPEC, (Programa de Erradicación del Trabajo Infantil de la Oficina Internacional del Trabajo) en el 2006 realizaron una encuesta de conocimientos, actitudes y prácticas de tolerancia al trabajo infantil. En esta indagatoria se recalca que cerca del 50% de la población dominicana valora positivamente la inserción temprana al trabajo como un medio seguro para inculcar valores a los niños y las niñas.
El artículo 245 establece que se prohíbe el trabajo de menores de 14 años. La única excepción que establece es cuando, en beneficio del arte, la ciencia o de la enseñanza, el Ministerio de Trabajo autoriza que estos menores presten alguna labor en espectáculos públicos, radio, televisión o películas cinematográficas, como actores.
El Estado es pues el órgano encargado de eximir las peores formas de trabajo laboral, especialmente cuando lo llevan a cabo menores de edad. Es cuestión de hacer factual las leyes que regulan este tipo de maltrato, siendo así, sí se tendrá un país libre de toda opresión, pero sobre todo, se entenderá que el trabajo infantil no es un juego de niños y niñas.


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