Rosa A. Escalante
«Reconocer que existen ciertos límites afectivos no implica necesariamente dejar de amar, sino aceptar la posibilidad de modificar la relación en un sentido positivo o simplemente alejarse y no estar en el lugar equivocado, aunque duela la decisión.»
Riso Walter.
El amor constituye uno de los sentimientos más significativos del ser humano, es muy popular escuchar a las personas decir que el amor todo lo puede, que todo lo soporta, todo lo sacrifica, y más aun, que no tiene límites.
Es muy cierto que el amor es una de las armas más poderosas que poseen los individuos, tan poderosa que podrían incluso llegar a hacer daño a los demás en nombre a esa afectividad, o peor aún, son capaces de soportar los más viles maltratos aferrados a dicho sentir.
Todo cuanto ocurre en la vida está limitado y el amor no está exento de ello, hay acciones que le ponen un punto final.
Es posible amar sin la necesidad de renunciar a ser tu mismo, a tus ideales, a tu vida, a tu familia, a tus amigos y a todas las cosas que forman parte de ti.
Hay parámetros que no se deben romper, cuando se cambia el respeto por el miedo, la admiración por frialdad, el sentimiento por costumbre, el afecto por sacrificio, entonces en ese momento se han pasado los límites del amor.
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